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Nov 6, 2010

Cronogen





















I
Herer Calir tiene tres días de profunda concentración en el centro de un triángulo imaginario formado por una columna de piedra en cada vértice. La disposición queda perfecta en un círculo arenoso de diez metros de diámetro, y la altura de cada columna no excede la de una persona promedio.

Una fina lluvia ha cerrado veinticuatro horas de duración cuando un rayo se cuela entre las columnas y pulveriza el cuerpo de Herer Calir. El silencio retorna a la sima del Monte K-8. La lluvia ha cesado.

II
Nadie pudo explicar cómo logró penetrar el rayo hasta la parte más baja del K-8 sin tocar alguno de los grandes árboles que pueblan la montaña.

Se realizaron sesiones múltiples de histógrafos para encontrar la causa; todo indicó que Herer Calir no percibió su propio fin. Sin embargo, Herer legó una gran historia de la humanidad.

III
El conocimiento de los histógrafos data del antiquísimo I Ching. Desde entonces era sabido que se requerían 64 combinaciones de los yang y los yin para tener el significado de un instante. Dos instantes contiguos requerirían 4096 combinaciones.

Un instante atrapado por el pensamiento es un recuerdo y un histógrafo es capaz de encontrar las combinaciones que determinan el recuerdo de una persona y de aquí revivir ese instante; reconstruir el instante, según el término técnico más apropiado. En otras palabras, los histógrafos logran rehacer el tiempo en su movimiento real a partir de los recuerdos de las personas.

Sin embargo, debido al gran número de combinaciones que implica una cadena de recuerdos, extraerlas resulta una tarea que requiere una gran número de histógrafos formados en una espiral nautilo*, colocando en el centro al mejor del grupo de la sesión.

IIII
Herer Calir, más conocido como Cronogen, fue centro de sesiones de histógrafos desde su adolescencia. A los veinte años logró realizar la primera sesión histográfica con un histógrafo solo. Si bien era una actividad agotadora para cualquier histógrafo, a Cronogen le resultaba como un paseo en el parque. Muy pronto fue claro que Herer traía en sus genes la reproducción del tiempo a partir de los recuerdos lejanos.

V
Las sesiones histográficas requieren que los histógrafos estén cerca de las personas con los recuerdos que se desean rehacer, y normalmente se colocan también en el centro de la sesión. Cuando se tienen que reconstruir hechos y no hay personas con recuerdos, se realiza una sesión múltiple; sesión compuesta de varias espirales nautilo, para retomar el tiempo a partir de los recuerdos que aún flotan en el ambiente. La noción de recuerdos flotantes tiene su fundamento de que cada persona deja una estela con las características de su ser. Así, una vez establecida esta estela, se disponen las espirales a lo largo de ella. Resulta claro que a medida que transcurre el tiempo, la estela se va desvaneciendo y el tiempo encerrado ahí se va debilitando hasta que es casi imposible rescatarlo.

VI
Si bien ‘casi imposible rescatar’ resultaba imposible para los histógrafos comunes después de cuarenta y ocho horas de ocurridos los hechos, para Cronogen esto no era un gran impedimento, y llegó a reestablecer el tiempo de hechos que habían transcurrido un centenar de años atrás.

VII
Justo el día que Cronogen cumplió los treinta, se fue a la plaza Cron que él había mandado construir en las afueras de Tempos Un, en el Monte K-8. Cada una de las columnas tenía un significado del movimiento del tiempo. Una de ellas significaba el pasado, otra el futuro y la tercera representaba el punto donde el universo nacía y moría: un mismo instante, según las explicaciones de Cronogen.

VIII
Cronogen despegó junto con el amanecer de su cumpleaños. Inmediatamente se apoderó de los recuerdos de las personas Tempos Un, su ciudad natal. La palidez cósmica de su piel se acentuó mortecinamente. Sus finos labios se movían en una especie de rezo ininteligible. La piel pegada firme a sus huesos apenas si expresaba el movimiento de sus músculos. La posición de loto modificada denotaba una comunión con el universo.

IX
En cosa de un par de horas, Cronogen conocía la vida de toda la ciudad. La verdad de todos los rumores se conoció días después a través de las sesiones múltiples realizadas para reconstruir sus últimos recuerdos. Una vergüenza intensa se apoderó de todas las personas de Tempos Un. Quisieron detener las sesiones múltiples para que no se supiera más de los secretos de la ciudad. Sin embargo, esto no se aceptó y se continuó con el reconocimiento de la última aventura de Herer, a condición de que no se hiciera pública la verdad.

X
A las cinco horas de iniciada la última sesión histográfica de Cronogen, ya había recorrido más de la mitad de la historia de la humanidad. Por ejemplo, presenció sin gran problema la primera vez que se arrojaron las bombas nucleares en dos pueblos, ahora extintos, de una cultura que contribuyó fuertemente con su filosofía a la conformación de las histografía.

El cuerpo de Herer parecía perlado de un fino sudor. Nada más alejado de la realidad. Tantas desgracias le hacían llorar a lo largo de toda la piel. La piel, el órgano por el que veía los recuerdos de las personas.

La contribución más grande a la histografía fue el mecanismo de apropiación de personas que estuvieran vivas en los recuerdos. Con este mecanismo, la metarretrasncepción, se localizaba a una persona en el pasado y se le realizaba una sesión histográfica para recuperar el tiempo capturado en sus recuerdos. De esta manera, Cronogen se movía con velocidades cada vez más vertiginosas hacia la reconstrucción temporal del pasado. Pasado que ahora está completamente documentado en el museo histográfico.

XI
A las veinticuatro horas de su partida, Cronogen regresó a su presente y se mantuvo tratando de encontrar la forma de saltar al futuro, ya fuera un segundo adelante, sólo un segundo. Sus esfuerzos resultaban infructuosos y su piel lloró de nuevo.

Reinició su vuelo al pasado. El tiempo era todo suyo hacia atrás, hacia lo conocido por conocer. Esta vez se detuvo con unos personajes oscuros, escurridizos, porque le era muy difícil obtenerles sus recuerdos. Quizás estas personas no tuvieran recuerdos. En un esfuerzo supremo logró penetrar a los recuerdos de un señor viejo de largas barbas.

Aquí le vino un mareo intenso, porque los recuerdos de este señor eran como un mar en una intensa tormenta. Cronogen se sentía arrojado de un sitio a otro, no podía establecerse en un tiempo fijo.

El primer instante que pudo fijar sin problema contenía la caída de un rayo sobre un joven delgado sentado, en una posición de loto modificada, en medio de tres columnas de piedra, que se servían como vértices de un triángulo inscrito en un círculo de diámetro de diez metros: su muerte.

Este instante más que inquietarlo, le dio la mayor de las felicidades que pudo haber sentido en toda su vida. El oscuro personaje de barbas largas no contenía recuerdos, sino que tenía visiones del futuro, era uno de los llamados profetas.

El resto fue sencillo para Cronogen. Le bastó encontrar a los profetas y reconstruir el tiempo de sus visiones. De ahí ahora utilizaba la metarretrasncepción en las personas del futuro de la visión profética, y reconstruía el pasado de esa persona del futuro, ese pasado que no era otra cosa que el futuro de Cronogen.

La fortuna de reconstruir el futuro al viajar al pasado puesto en otro futuro más lejano, tenía la desgracia de que se perdían las relaciones causales de los hechos reconstruidos, tal y como se expresó en el desconcierto de los histógrafos al tratar de recuperar los recuerdos del futuro reconstruido por Cronogen.

XII
Poco antes de la caída del rayo en Cronogen, su cuerpo transpiró llanto de nuevo, llanto imperceptible por la fina lluvia que tenía casi veinticuatro horas cayendo: ccababa de reconstruir el momento final de la humanidad.

Quien posee el tiempo es dueño de todo. Herer Calir tenía tanto tiempo en su poder que finalmente dio el salto al punto aquél donde el universo finalizaba e iniciaba.

Conforme sonreía al ver la certeza de su teoría, una inmensa luz se apoderó de él. El universo se rebelaba contra el poderío atemporal de Cronogen.

La luz le impidió ver sus propias cenizas suspendidas en el infinito universo al momento de su muerte-nacimiento, instante situado justo arriba de la columna que había marcado para ello en su Cron. Silencio absoluto... la lluvia había cesado.


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* El nombre nautilo se retoma del caracol fósil conocido como nautilo o nautilius. Si se parte de dos recuerdos que diremos que tienen número 1 cada uno, el siguiente recuerdo será 2, por ser la suma de los dos primeros recuerdos. Al cuarto recuerdo le corresponderá el 3, que es la suma del 2 y el 1. El siguiente recuerdo será el 5 que es la suma del 2 y el 3, luego seguirá el 8, suma del 3 y el 5... El caracol nautilo crece formando una espiral. Esta espiral la podemos reproducir de manera proporcional a los números de crecimiento de los recuerdos. De aquí que los histógrafos deban adoptar este tipo de espiral en sus sesiones.

2 comments:

  1. felicitaciones es un fantástico y surreal relato , ensayo o lo que hayas creado, se percibe así, tal cual la imagen una espiral infinita , encadenamientos vertiginosos de situaciones

    el tiempo, siempre el tiempo comandando todo existir

    besitos ranito bello
    ten una semana preciosa
    gracias por tus brincos:)por mi espacio

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  2. Por el contrario, Elisa. Gracias a ti por siempre darme palabras de aliento.

    Besos :-)

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