La esperanza
Una vez destruido el empleo, el gobierno tomó la siguiente decisión para lograr el crecimiento económico: corralito a nuestros ahorros. Por fortuna, el dinero ya lo teníamos en casa. Enfurecidos, aprobaron la ley con la que podían allanar cualquier domicilio sin orden de un juez.
El dinero que tenemos en el bote de café nos dará diez años de cárcel, diez años de no tener qué preocuparnos por la comida. Solo rogamos por que no decidan convertir las prisiones en campos de concentración y exterminio.